Una Reflexión de Fin de Año


Haciendo un breve recuento de mi vida, analizando lo bueno y lo malo que he hecho, los errores cometidos, llego a la conclusión de que si pudiese tener una segunda oportunidad  para volver a nacer y  repetir mi vida, volvería a cometer los mismos errores pero evitando causar el dolor y los daños que he causado a las personas con las que he convivido en lo largo de mi vida y, principalmente, evitaría la violencia que ejercí a las personas mas queridas; empezando por mis padres y hermanos, algunos compañeros y compañeras de escuela y trabajo, a la que fue mi novia en secundaria, a mis hij@s y mi esposa. A todos ellos les pido perdón. Perdón por el golpe, el grito, la ofensa, la crítica desmedida, el control ejercido, la indiscreción, la infidelidad, el abuso de fuerza o autoridad, el abandono y por todo lo que me falte mencionar. 

Pero en cuanto los errores cometidos fuera de mi comportamiento violento, los volvería a cometer. Me queda claro que de los errores y las malas decisiones se debe aprender, y es imposible no cometer errores o equivocarse. Superar los errores o malas decisiones a través de la vida, es lo que realmente nos conlleva a crecer como personas, tanto en lo personal como en lo espiritual; y como me lo dijo un compañero de trabajo, dicho desde otro punto de vista: no son errores, son oportunidades de crecer.
  
Para mi, en la vida, es importante no volver a cometer los mismos errores, si los volvemos a cometer, es que no aprendimos la lección que la vida nos dio. Alguna vez escuché que la vida no es justa, y es verdad, no es justa y no espero que lo sea. La vida simplemente es vida, puedo decir que es bella, hermosa, aveces dolorosa, triste, pero nunca podré decir que es justa. pero no por esto, como dijo José Alfredo, la vida no vale nada; sino al contrario, la vida vale mucho y debemos disfrutarla, amarla, gozarla, así sea en los momentos mas dolorosos y tristes, la vida vale mucho. Por eso creo que debemos  seguir disfrutando de la vida sin temor a cometer errores, pero si con la firmeza de no volverlos a cometer y enmendar en lo posible los daños hechos por los errores cometidos. 

Vuelvo al principio, si volviera a nacer, cometería los mismos errores, pero sin ejercer violencia.

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